domingo, 1 de mayo de 2016

Cuidate. Mi vida. Siempre seras tú.

Creo que las madres te cuidan estén donde estén. Son eternas. Sentirlas siempre cerca fue algo sencillo. Cierra los ojos y piensa en último abrazo que te dio. Salva.

Mi Dios es ella. Me llena la nevera y me sonríe cuando siento que este mundo se va a la mierda. Es mi heroína sin capa. Pero con un caparazón enorme, que me protege cuando regalo el corazón como su madre me enseñó y me lo dañan.

Me dolería no sentir su whatsapp por la noche preguntándome si voy a dormír a casa. Contestarle "estoy llegando". Y pensar en ese mismo instante que lo único que no quiero aprender es a echarla de menos.

Que el mayor piropo que conozco es cuando me dicen que me parezco a ti. Ojalá.

Propongo un brindis por todos los triunfos que se lograron solo con la confianza de las madres. Como si fuera el mejor apoyo para no caerte.

Cuidate. Mi vida. Siempre seras tú.

domingo, 14 de febrero de 2016

Oporto, sin ti.

Me he imaginado juntos, saltando en cada charco en los que me he metido, para salpicar de nuestra alegría a esta ciudad triste y gris en la que no te veo.

Si te echo de menos en todos los abrazos del mundo que te debo y me falta todo el aire que un día me regalaste cuando casi me ahogo, es que sigues siendo tú lo que le falta a cualquier rincón de este mundo.

Tengo que reconocer que las vistas de este hotel tienen mucho que envidiar a cuando me sonríes por cualquier tontería.

Estoy recorriendo una ciudad sin ti y me parece que cada paso que doy para subir al punto más alto le falta tú beso de descanso. Como cuando me rescatas de un día duro en el trabajo y me ayudas a colocar la cabeza en el lugar más acogedor de tu cuerpo. Tu ombligo.

Creo que una pelea de almohadas esta noche seria la clave de soltar todo el insomnio de golpe. Luchar hasta no poder más, rendirme ante tu carcajada y decirte que sentir tú cuerpo me hace inmune a todas las guerras que me quedan por perder.

He visto tantas preciosidades abandonadas y derruidas en esta ciudad que no me imagino que algún día te puedas encontrar así. Cuidate siempre. Yo nunca, aunque me siembres de ti con cada consejo, podre hacerlo tan bien como lo haces tú conmigo .